Ejercicios de escritura para disparar la creatividad.
1º Escribe durante dos minutos un relato sobre una palabra concreta. En este caso: Estufa.
Olí algo, pero no me podía mover. Mi cuerpo no me obedecía. El penetrante olor entraba por mis fosas nasales e invadía mi cerebro formando nostálgicas imágenes. una mesa apareció en mi mente. Me sonaba mucho. cuando la vistió un pesados mantel verde cubierto de puntillitas, la recordé. Era la mesa de mi abuela. Con esa estufa debajo que asaba las piernas mientras los hombros permanecían congelados. Siempre me acababa quemando, me quemaba... Me quemo. ¡Me quemo! Abrí los ojos y entonces vi el infierno.
2º Escribimos varios partes de un mismo relato con diferentes indicaciones.
2.1. Describe una escena cotidiana en dos minutos
Todavía con el ojo pegado cojo la cafetera del armarito. Se me cae sobre la encimera, como siempre. Sin café no soy nadie. Él lo sabe y yo lo sé. Pongo el café en su lugar con mucho cuidado, cierro la cafetera y caigo en que de nuevo he olvidado el agua. ¡Otra vez! En fin, retiro la pieza con el café con sumo cuidado. No he derramado nada. ¡bien! Pongo el agua, coloco, cierro y ¡al fuego! dentro de poco seré persona.
2.2 Introduce un elemento sensorial en dos minutos
Espero con impaciencia. cada segundo se vuelve un siglo. Venga. ¡Hierve de una vez! dame lo que necesito. U sonido familiar hace que tiemble llena de emoción. ya casi lo tengo. Sólo un poco más. Ahora es mi olfato el que se alegra de una forma casi feroz. Anticipa le placer que me espera. ¿Cuánto puede durar un segundo? ¿Cuánto? Ya casi. ¡Ya casi! ¡Apago el fuego!
2.3 Introduce un superpoder que no extrañe a nadie
Con mano temblorosa aparto la cafetera de la cocina. Por supuesto, me quemo. Para sorpresa de nadie. Lleno ansiosa mi taza. Ya limpiaré luego la encimera. Bebo de un trago casi la mitad y siento como la cafeína corre por mis venas, por mis terminaciones nerviosas, me carga de poder, abre mis ojos y dilata mis pupilas. me siento transcender a otra realidad. Me siento poderosa.
2.4 Ponle un final a tu historia en dos minutos
Sonrío estirando los labios casi hasta las orejas y siento cómo se afilan mis dientes. Ya estoy preparada. Cojo la cartera y me encamino al Ministerio de Hacienda. Tengo mucho delincuentes fiscales que cazar.
3º Escribe una escena de teatro en la que un sujeto A intenta convencer a un sujeto B de que compre algo que no necesita en 7 minutos
SARA (con tono meloso): Mamiiiii.
MAMÁ (cortante): Qué quieres
SARA: Mami, ¿qué voy a querer? Darle un abrazo a la mejor mami del mundo.
MAMÁ: Ya, ya... Venga. Suéltalo ya, que tengo una lavadora que tender con TU ROPA, una comida que hacer PARA TI y un cuarto que recoger y limpiare. ¡EL TUYO!
SARA (Tono hastiado): Mamá, cuando te poner así, eres insoportable. De verdad. Yo que vengo a enseñarte el outfit de tu vida. Qué poco agradecida.
MAMÁ: Para poco agradecida, tú. Pero vamos a dejar el tema...
SARA: Eso, mamá. Porque sólo te tienes que concentrar en esta pieza vintage all fashion que te traigo. ¡Y sólo cuesta 20 euros! Bueno, 19,95. Peor tú nunca has sido una rata.
MAMÁ: ¿Pero qué mierda es esa?
SARA: ¿Cómo osas? Si ya te digo siempre que vas vestida como las viejas de la España profunda. Mamá, renuévate. Ésta es tu oportunidad.
MAMÁ: Ni loca salgo ala calle con esa cosa. No sabría decirte ni de qué color es. ¿Estás segura de que eso tapa las tetas?
SARA: Bueno, tu paga y ya está. Deja de ofender a la diseñadora.
MAMÁ (resignada): Y esa diseñadora eres tú, ¿no?
SARA: Siempre incomprendida y genial.
4º Reescribe la misma escena de teatro, pero cambiando el género a Telenovela en 7 minutos.
SARA: Mamá. ¿Mira lo que tengo? Te va a encantar. Es mi último creación.
MAMÁ: Sarita de los Ángeles Aurora, cariño, eso que llevas en la mano es pura basura. Cómo se nota que no has salido a mí.
SARA: Normal, teniendo en cuenta que no eres mi madre.
MAMÁ: ¡¿Cómo?! ¡Claro que soy tu madre!
SARA: Entonces cómo explicas que papá y tú seáis blancos y yo negra. Seguro que me arrancaste de los brazos de mi verdadera madre. Sólo por eso deberías comprarme este maravilloso conjunto. Te lo iba a rebajar, pero no lo mereces. Son 50 euros por la tela y por le trauma.
MAMÁ: Pero qué dices, loca. Lo que pasa es que los genes se saltan generaciones.
SARA: No me mientas, que los abuelos también son blancos, ¡y paga!
MAMÁ: Está bien, hija. Confesaré. ¿Te acuerdas del vecino que estuvo de alquiler hasta hace dos años?
SARA: ¿El negro?
MAMÁ: Sí. Yo soy tu madre. Ahora. Tu padre...
SARA: ¡No jodas!
MAMÁ: Así que, que te lo compre él.
5º Escribimos todos un relato con el mismos inicio: Las despedidas son bienvenidas (2 minutos)
Las despedidas son bienvenidas. Sobre todo ésta. ésta más que ninguna. Cómo decía mi abuela: "tanta paz dejes como llevas". Como decía mi abuelo. "¡al enemigo, puente de plata!". Ahí tienes tu puente de plata, así que esto se acaba. Largo. Adiós. ¿Por qué no te mueves?¿Qué es lo que no has entendido? Ya no nos soportamos y la culpa es tuya. No se te ocurra negarlo. ¿No dices nada?
Miau
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