tag:blogger.com,1999:blog-80029691316023741962024-02-19T16:51:02.429-08:00La biblioteca de DácilDácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-29482545086243359042023-11-12T05:59:00.000-08:002023-11-12T06:05:03.353-08:00Sacrificios de la hechicería<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilaufS7zTa3ro1zQfWLjSb0_pni2v1dHDviHBMwrBC8eqkhPo7o_OsV0BDgUb9jdbj86as-3OUXh4AumxBG1PP6arCKXpzRcHQzsetR0KBf4P7WSKzo7flVrIxBWMJ8C5FG-GHzgq1acA8rUm3-XlStUF72H-vxK7_yPQ2B5zLDMeIOG5Bq2HpxQix9JTX/s800/Akakatta.full.736994.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="565" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilaufS7zTa3ro1zQfWLjSb0_pni2v1dHDviHBMwrBC8eqkhPo7o_OsV0BDgUb9jdbj86as-3OUXh4AumxBG1PP6arCKXpzRcHQzsetR0KBf4P7WSKzo7flVrIxBWMJ8C5FG-GHzgq1acA8rUm3-XlStUF72H-vxK7_yPQ2B5zLDMeIOG5Bq2HpxQix9JTX/s320/Akakatta.full.736994.jpg" width="226" /></a></div><i>Este relato también lo ha escrito mi hijo Daniel para el concurso IV Concurso juvenil de historias #Historiasdejóvenes</i><p></p><p></p><p class="MsoNormal">Soy un trabajador de la agencia de los hechiceros de la Cruz
Azul. Esta agencia se encarga de exorcizar demonios que puedan hacer daño o
matar a la gente.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ese día, mi escuadrón era el encargado de exorcizar un
hospital lleno de gente. Evacuamos a todo el que se encontraba en el hospital
en una habitación y tras cerrarlo echamos un velo, un conjuro que evita que las
maldiciones agitadas entren en un lugar, en este caso, para que no hicieran
daño a los enfermos y el personal del hospital.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Yo sería esa vez el encargado del velo, mis compañeros,
empuñando las armas anti maldiciones reglamentarias se dispusieron a encontrar
a la maldición. Estas armas reglamentarias consistían en una espada corta de
filo por ambos lados bañada en agua bendita y una granada, también repleta de
agua bendita, además de un rosario en forma de protección. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">La verdad es que me había enfrentado a misiones peores, así
que estaba tranquilo. De repente, empezaron a sonar ruidos dentro del velo por
lo que me puse nervioso. Si quería revisar que todo fuera bien debía quitarlo,
lo que permitiría a las maldiciones, ya enfadadas, atacar a la gente. Entonces,
pensé que era imposible que una maldición rompiera mi velo, así que me
despreocupe, pero aun así seguían sonando ruidos extraños en su interior. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pasaban los minutos y se me hacían eternos. Me estaba
agobiando, algo que ni en mi primera misión me ocurrió. Las gotas de sudor frio
caían lentas por mi frente y mis ojos, que variaban la mirada entre la puerta y
el pasillo, ya empezaban a lagrimear por no pestañear debido a la inseguridad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Los sonidos de la habitación se intensificaban y no eran
humanos. Mi mente sabía que todos estaban bien y que era una trampa, pero mi
corazón no decía lo mismo. Ya a punto de correr por los pasillos a causa de la
incomodidad, pude ver a mi compañero Michel volviendo con la espada
desenvainada y cubierta de sangre. Estaba pálido y mirando a un lado y a otro
inquieto. Además, caminaba de forma extraña. Por el cansancio y fatiga extrema
que me había causado tanta presión no me fije en estos notables detalles y le
hice caso cuando me dijo con voz rota:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">-Darim, quita el velo, ya exorcizamos a la maldición.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Casi no me mantenía de pie por la pesada aura del lugar, así
que hice lo que ordenó.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cuanto quité
el velo, mi antiguo compañero empezó a reírse desquiciadamente. Me quedé
perplejo, pero me di cuenta segundos después que mi compañero había muerto en
la trifulca y que ése era un espíritu de posesión. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Se me quito la fatiga de golpe, desenvaine la espada y
arremetí contra mi amigo, pero él no se movió y me dijo que ahora mismo él no
era mi asunto más importante. Horrorizado me gire y escuche los gritos de la
gente que antes estaba dentro del velo. Abrí rápidamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la puerta de la sala de evacuación, para
encontrarme una imagen tan impactante como traumatizante. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Eran montones de cadáveres de pacientes, doctores y
enfermeros. Todos descuartizados brutalmente. Pude observar un demonio gordo en
el centro de la inmensa sala con la cabeza de un doctor en la mano.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Me tire con odio hacia él, asestándole un tajo en el brazo,
lo que no le hizo nada. El me agarro con gran fuerza y sentí como me partía un
par de costillas. Entonces, me acorde de la granada de agua bendita y se la
arroje al demonio, rezando sin muchas esperanzas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Sorprendentemente, le hizo un gran daño impactándole en la
cara y, con una rabia que nunca había experimentado, lo remate golpeándolo
repetidas veces con ira ciega. Detrás de mí se hallaba el cuerpo poseído de mi
amigo. Con odio, y a la vez dolor, en mis ojos lo decapite de forma rápida.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Quede completamente en shock, con una mezcla de enfado,
rabia, mareo y una tristeza infinita. Me cuestione el paradero de mis otros dos
amigos, pero rápidamente deduje que el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poseído
habría tomado sus vidas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Y así es como, solo, y después de la peor noche de mi vida, salí
andando de ese hospital. Manchado con la sangre de la misma gente inocente a la que había fallado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No podía asimilar la cantidad de vidas que
quitaron mis acciones. Ese día cumplí una misión, pero una gran parte de mi
corazón y sentimientos se fueron para no volver.</p><p></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-81872160382426638892023-11-12T05:52:00.000-08:002023-11-12T06:03:46.861-08:00La discusión de los dioses<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5pGVazEuNZHQL8-F4kTRUgrtXLC3j56GhgXyP_YYxDAaqGCGHCLcWJN56yp2LK_dVX-tk0m6z9A7exdy2im44WNGdIEga6lHbF1JWu_lwQh7PIP17l89SqeV3XP65gntnCS8S7DC4LYAUkjg1-1ORqf_EhKH_vEtHxwW0WbW_xTpCWa8I1pdAei8V8HEn/s225/muerte.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5pGVazEuNZHQL8-F4kTRUgrtXLC3j56GhgXyP_YYxDAaqGCGHCLcWJN56yp2LK_dVX-tk0m6z9A7exdy2im44WNGdIEga6lHbF1JWu_lwQh7PIP17l89SqeV3XP65gntnCS8S7DC4LYAUkjg1-1ORqf_EhKH_vEtHxwW0WbW_xTpCWa8I1pdAei8V8HEn/s1600/muerte.jpg" width="225" /></a></div><i>Este relato también lo ha escrito mi hijo Daniel para el concurso IV Concurso juvenil de historias #Historiasdejóvenes</i><p></p><p>En un mundo donde los dioses controlaban la tierra, se formó un sindicato de los más fuertes. Estos dioses eran cuatro y buscaban distribuir el poder a partes iguales entre ellos. Ninguno de los dioses tenía un nombre específico, así que se llamaban por lo que les definía. </p><p>El dios de la muerte entró en la amplia sala dorada que usaban como lugar de reunión. Ésta poseía cuatro tronos de oro puro y, en el centro, la maqueta de un globo terráqueo que levitaba. En cada trono ya le esperaban sentados los otros tres dioses.</p><p>El dios de la guerra, un hombre muy corpulento que llevaba un atuendo parecido al de un espartano con un hacha de un filo a la espalda, él siempre sigue las reglas sin dudarlo y es muy noble. El dios de la felicidad, un joven rubio de pelo largo, que posee unas prendas griegas que solo le cubren la parte inferior a la cintura. También tiene un gran arco repostado al lado de su asiento. Era un dios descuidado y no pensaba en las consecuencias de sus actos.</p><p>El de la naturaleza llevaba puesta una armadura de samurái, hecha de madera y tallos verdes, con una katana atada a la cintura. Este dios era frío y manipulador. </p><p>Y, por último, el de la muerte, que vestía de negro, el mismo color de su pelo, y mantenía una personalidad fría y aburrida, de aquel al que no le importan mucho las cosas. A lo mejor por eso mismo, no tenía muy buena relación con el resto de los dioses.</p><p>Empezó la reunión. Ésta trataba del reparto del mundo, que se hacía cada veinte años, siendo ésta la vigesimoprimera vez que se celebraba. Justo antes de empezar, el dios de la alegría esbozó una perversa sonrisa desde su asiento, mientras se levantaba y empuñaba su arco. Ni siquiera había empezado el reparto y ya empezaban las tensiones. El dios de la muerte y el de la guerra se levantaron rápidamente enarbolando sus armas, mientras que el de la naturaleza se mantuvo sentado sin mover un dedo.</p><p>—¿Qué se supone que haces, dios de la alegría? ¡Empuñar armas no está permitido! —vociferó el dios de la guerra entonces.</p><p>—Nosotros ya nos estamos cansando de dioses innecesarios —gritó el dios de la alegría a su vez.</p><p>—¿Nosotros? —dijo confundido el dios de la muerte.</p><p>No le dio tiempo a decir nada más, ya que el dios de la alegría cargo dos flechas de energía; una para cada dios, excluyendo al de la naturaleza; y las disparó sin dudar. Al dios de la muerte le rozó el brazo y al dios de la guerra le atravesó el hombro. El dios de la guerra intentó, a su vez, agarrar su poderosa hacha; pero el dios de la alegría, que sospechaba que con esa hacha lo derrotaría fácilmente, se lo impidió con una lluvia de penetrantes flechas de energía, que le atravesaron el muslo, hombro, pecho y vientre al dios guerrero. El herido vomitó sangre tras el impacto de tan potente ataque.</p><p>—¡Ja ja ja! Te imaginaba más fuerte —gritó el dios de la felicidad con euforia.</p><p><br /></p><p>El dios de la muerte intentó reaccionar, pero un par de flechas de energía se clavaron en su tobillo. El sombrío dios ya se figuraba lo que pasaba, una traición para conseguir el poder en todo el mundo, pero pensó que no podía haberla llevado a cabo solo el dios de la alegría; ya que era incauto, pero no tonto; y sabía que solo no podría contra los tres dioses. Entonces dirigió la mirada al dios de la naturaleza, que se hallaba aun en el trono, sentado y tranquilo. En ese momento entendió todo lo que sucedía. El dios de la guerra moribundo se levantó lleno de sangre y agujeros. El dios de la alegría, ya cansado de él, le tiro una flecha de energía a su cabeza terminando con su vida. </p><p>El dios de la alegría celebraba feliz su victoria, pero, entonces, el dios de la naturaleza dijo con voz imponente:</p><p>—¿No pensarías que yo iba a compartir la gloria con un dios tan miserable como tú?</p><p>Se levantó a gran velocidad y, con su catana, le corto la cabeza al dios de la alegría de un tajo que, ya decapitado, seguía con una sonrisa en su cara. No le había dado tiempo a quitarla del rostro. </p><p>—Ya solo quedas tú, dios de la muerte – Dijo el dios de la naturaleza.</p><p>Se abalanzó contra él y le hizo una herida profunda en el pecho que lo dejó muy herido. El dios de la naturaleza ya se iba de la sala victorioso habiendo cumplido su mayor sueño: ser el más fuerte.</p><p>Pero no tuvo en cuenta algo: a un dios no le puede someter su propio elemento, por lo que si el dios de la muerte controla la muerte, no es capaz de morir.</p><p>Con gran velocidad la hoja de la guadaña se precipitó hacia el dios de la naturaleza. Éste invocó un par de gruesos robles en un intento de frenarla, pero la guadaña, con dos rápidos giros, troceo los árboles e impactó de lleno en el pecho del dios de la naturaleza, que acabó rebanado por la mitad y muerto. </p><p>El dios de la muerte salió de la sala ya completamente regenerado. La gran habitación quedó destruida y ensangrentada. Siempre pasaba lo mismo. Los dioses eran como una larga mecha que en algún momento estallaba haciendo que se maten entre ellos. Ya lo había vivido muchas veces, siendo él el único superviviente. </p><p>Por eso el dios de la muerte debe ser neutral. Ya que, después de las matanzas entre dioses, él se encarga de crear nuevos para instaurar la paz, ya que sabe que poner todo el poder en una sola persona sería un gran error.</p><p>Ese día salió de la gran estancia desanimado, pues sabía que tendría que invertir muchos años en restaurar el orden. </p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-10830627503950748412023-11-04T03:58:00.009-07:002023-11-04T04:27:09.334-07:00La madriguera<p><i> </i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7i1MMX4zUb9psONPvbh5kpn9wHF-4n3mDIaAhhWiiJcCg20g7_JhkvNYeuDck_QQ9sbNnXP7Djzo5XXxexfsABceJvG6gDtOc_NZ7g4KgjqQVwH0YljBBwblXW1wtHVRHsBmjFfGozIqNrOTBDJBO5pzK2YwYldjMP7BC5f7nLJJOvNy43pmrAhZf46zr/s758/madriguera.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="605" data-original-width="758" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7i1MMX4zUb9psONPvbh5kpn9wHF-4n3mDIaAhhWiiJcCg20g7_JhkvNYeuDck_QQ9sbNnXP7Djzo5XXxexfsABceJvG6gDtOc_NZ7g4KgjqQVwH0YljBBwblXW1wtHVRHsBmjFfGozIqNrOTBDJBO5pzK2YwYldjMP7BC5f7nLJJOvNy43pmrAhZf46zr/s320/madriguera.jpg" width="320" /></a></i></div><i>Este relato también lo ha escrito mi hijo Daniel para el concurso IV Concurso juvenil de historias #Historiasdejóvenes</i><p></p><p>Cuando pasó la historia que os voy a relatar yo aun era un niño. Marcó por completo mi vida, me hizo madurar a la fuerza y comprender que un paraíso, estando solo, es como el más lúgubre de los infiernos.</p><p>Tenía unos seis años y me encontraba en un pequeño cobertizo de madera. Ese era mi pequeño cuartel, donde pasaba horas jugando con mi imaginación. Era por la tarde y, en poco tiempo, tendría que ir a cenar. </p><p>Me fije en un amplio hoyo que se formaba en el suelo del cobertizo. Como era un niño sin preocupaciones no dude en meterme dentro. Era claustrofóbico y muy estrecho. Cada paso que daba me manchaba la ropa de barro y raíces. Se me hizo muy largo el recorrido, pero notaba que cada vez se agrandaba más y más, hasta que llegué a una pequeña habitación hecha de lo que parecía ser tierra, pero muy pulida para que encajara como pared.</p><p>Me fije sorprendido en los muebles, hechos de barro solidificado. Tenían acabados fabricados con raíces, aparentemente hechos a mano a mano, y la habitación bajo tierra tenía una buena iluminación, que no sabía de dónde podía venir. Cuando alcé la mirada, pude ver un trono no demasiado grande, pero, lo que más me sorprendió, fue el gran y gordo conejo que estaba durmiendo en el mismo.</p><p>El conejo notó mi presencia, abrió los ojos y me miro sin levantarse de su asiento.</p><p>—Hola chico. Me llamo Mr. Botton y me da que has acabado en un lugar en el que no deberías estar.</p><p>Estaba muy extrañado de tales palabras. Él era un conejo con un traje elegante y una corbata color rojo como el vino. Se encendió un puro y lo mantuvo en su mano izquierda, mientras que con la derecha se recolocaba unas gafas redondas sobre la nariz.</p><p>En mis recuerdos no estaba tan asustado de encontrarme en esta situación como lo estaría ahora mismo. Entonces, el conejo interrumpió mis pensamientos con una aclaración muy devastadora.</p><p>—Lo siento chico —dijo con voz gruesa —. No podrás salir de esta madriguera, pero yo dejare que te quedes como si fuera tu casa.</p><p>Después de decir esta frase volvió a dormitar.</p><p>Me queda impactado por las palabras del animal, pero, aun así, no estaba asustado, ya que el animal desprendía un aura de bondad que te daba una buena impresión y tranquilidad absoluta. </p><p>Pasaron los días y el conejo siguió dormitando. Mientras, revise la madriguera. Ésta consistía en muchos túneles que llevaban a una gran variedad de habitaciones: comedores, huertos, piscinas, salones, hasta patios dentro de la madriguera. Fácilmente serian unas cien estancias. El misterio de la iluminación bajo tierra seguía presente, pero no me preocupaba descubrir la razón.</p><p>Con el paso del tiempo me di cuenta de que las paredes eran muy blandas y también que había grandes almacenes con todo tipo de comidas. Unos días después de empezar a investigar la gran madriguera, me di cuenta del significado de las palabras del conejo, ya que no había encontrado ningún tipo de salida.</p><p>Pasaron los meses y, cada tres semanas aproximadamente, el conejo se despertaba y hablábamos. Yo ya me había atribuido una habitación, ya que toda la madriguera estaba completamente vacía y el conejo nunca se levantaba de ese sofá. Le visitaba de vez en cuando y parecía tranquilo, como si no le importara lo que pasara a su alrededor. Cada vez me iba adaptando más a la madriguera, conociendo todos sus rincones. Tampoco llegué a aburrirme nunca por todas las actividades que podía hacer en ella, y, una cosa que me llamo la atención fue que no eché de menos ni mi vida ni a mi familia. </p><p>Pasaron cuatro años y yo ya había crecido, llegué a tener una muy buena relación con Mr. Botton y me sentía feliz, pero notaba que esa madriguera me limitaba y buscaba más, o, mejor dicho, aspiraba a más que a quedarme allí. De repente, ya no me gustaba la madriguera. Al revés. La odiaba y aborrecía. Quería destruirla con el propósito de escapar. Quería volver a mi antigua vida.</p><p>Lo que averigüé del conejo estos años fue que él tuvo una familia, pero en un blanco, y a la vez oscuro invierno, sus hijos murieron de desnutrición y le dejaron solo. Él se enterró bajo tierra con la intención de suicidarse. Pero, cuando despertó, se encontraba en esta extraña madriguera. Volvió a tener ganas de vivir al llegar, pero al saber que no había salida se negó a moverse. Por lo que permaneció inmóvil durante todo este tiempo esperando su muerte. Pero por más que esperaba, ni el hambre ni la sed llegaban a él. </p><p>Yo, por mi parte, empecé a caer en la desesperación y, con tan solo diez años, me obsesioné por escapar de aquel lugar, que antes me parecía precioso y ahora horrible. Pensé en mil maneras diferentes de perpetrar el escape: cavar, explotar la madriguera con dinamita, causar una inundación…pero nada funcionó. </p><p>Un día descubrí que, tirando de una raíz, se removía la tierra. Con esfuerzo y perseverancia, tras tres meses, logré romper un poco la capa de tierra que no me dejaba pasar. El único contra es que, a causa de mi actividad, el derrumbé de la madriguera era inminente.</p><p>Le conté esta noticia a, ya mi amigo, el conejo Botton, pero su respuesta me dejo perplejo. Me dijo que no se movería y yo, con cierta pena, intenté convencerlo, ya que él fue mi único compañero en mi extraña infancia. Entonces me dijo que ya estaba cansado y que vino buscando la muerte, así que, yo, al sepultarle bajo la tierra cumpliría con su mayor sueño.</p><p>Con tristeza en el rostro accedí y escape, pudiendo observar el derrumbe desde fuera. Después de salir del cobertizo, ya abandonado, de mi casa, me di cuenta de que me daba igual mi familia o mi hogar. Sólo podía mirar con nostalgia y tristeza la tumba de mi único amigo. </p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-65998700625183363382023-11-03T03:50:00.005-07:002023-11-14T06:00:45.754-08:00La luz de las farolas<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpkJY3FVWGMeM8qAHVXuHBJ0hfmCMVDG-DS0bhYtYPcyXFZq5Q-OWUEDNUHlSN5vW9veqWVDA2RRHTO79JXhGTQ9Sx_X_9VaNEdxbpiGFC-a8lXXJp3drLwNHbbMQnPYA2qScTUXEiYqPtkiBa5jGCWTfqg9oajKBf23dTF-EVzB6S7XkL-dQrRHec1TCb/s450/farola.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="299" data-original-width="450" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpkJY3FVWGMeM8qAHVXuHBJ0hfmCMVDG-DS0bhYtYPcyXFZq5Q-OWUEDNUHlSN5vW9veqWVDA2RRHTO79JXhGTQ9Sx_X_9VaNEdxbpiGFC-a8lXXJp3drLwNHbbMQnPYA2qScTUXEiYqPtkiBa5jGCWTfqg9oajKBf23dTF-EVzB6S7XkL-dQrRHec1TCb/s320/farola.jpg" width="320" /></a></div><i>Este relato lo ha escrito mi hijo Daniel para el concurso IV Concurso juvenil de historias #Historiasdejóvenes</i><p></p><p></p><p class="MsoNormal">Hoy os relataré una historia que me pasó una desafortunada
noche que no puedo recordar sin paralizarme de terror.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Este extraño y tenebroso acontecimiento sucedió en
diciembre. Caminaba hacia mi casa después de una fiesta alocada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estaba exhausto y un poco mareado.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No niego que me hubiera pasado con las copas
en esa ocasión, aunque suelo estar muy atento con el alcohol que bebo. De todas
formas, no noté gran diferencia entre esta noche y otras similares. De repente,
me fijé en la luz pálida y transparente de una farola gastada. Por un segundo,
me vi inmerso en la oscura tranquilidad de la noche y, sorprendentemente, ya no
notaba el alcohol ni la agitación que se hallaban en mí. Tan solo existía <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un pensamiento estático en mi cabeza
completamente vacía.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Un terror irracional me invadió. Mi mente no podía dejar de
pensar que en la calle ya no estaba solo yo. Y, aun sabiendo que era mentira,
me dejé llevar por mis impulsos. La adrenalina no solo invadió mi cuerpo… sino
también mi cerebro. Podía escuchar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pasos
acercándose a mí a una velocidad imposible, pero, a la vez, con una
tranquilidad impasible.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">En un instante, me frené. No dejaría que mi mente me controlara.
Era confuso y mi cuerpo no haría lo que le viniese en gana. Mi cabeza dejó de ser
blanca, como un lienzo, a negra, como una gran tormenta.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Conseguí calmarme con un esfuerzo psicológico
inmenso, pero en ese momento, sentí un escalofrió recorriendo todo mi cuerpo y
pude ver lo que me dejaría inmóvil por unos segundos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Lo que se hallaba delante de mí era un hombre alto. No pude
aproximar su altura por el cansancio, pero me superaba en altura con creces.
Era un hombre con una chaqueta abierta, que le cubría todo el cuerpo, excepto
el pecho y la zona abdominal, donde se<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>destacaban varias vendas, imposibilitándome ver su piel. Su cara era
deforme, parecía quemada. El único rasgo humano que había en ella eran sus ojos,
que eran amarillos como el azufre. También poseía una fúnebre sonrisa. Su cara
sufría una carencia de nariz producida por lo que parecía un corte limpio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Me quedé paralizado al ver tan alto y robusto cuerpo. Él se
paró también y, con una voz fúnebre, me dijo que eligiera el color verde o el
color rojo. Yo, extrañado, no sabía que decir, pero, por instinto, respondí el
verde. Ni siquiera sé cómo me atreví a responderle a ese ser demoníaco. Él sacó
una ficha de casino carente de número en el centro. Por un lado era verde
esmeralda y por el otro rojo metálico. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Los dos permanecimos en silencio absoluto durante unos
segundos, que me parecieron eternos. Él, por fin, se dignó a lanzar la ficha al
aire, atrapándola antes de que chocara contra el suelo. Antes de abrir la mano,
me dijo que si no salía el color de mi elección no me ampararía un buen futuro.
Yo ya no podía estar más asustado. Mi cara estaba congelada en una mueca de
espanto, ya que no entendía nada.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Mis ojos sintieron el terror más absoluto cuando él revelo
el brillante color carmesí de la pieza. No sabía lo que iba a pasar a
continuación, pero estaba seguro de algo… que, aunque quisiera correr, las piernas
no me responderían. Mis ojos pudieron ver los aterradores labios de aquel ser
curvándose en una deforme y demente sonrisa. Me disponía a suplicar, pero algo
dentro de mí me hizo entender que no serviría para nada.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Ese hombre, si así se le puede llamar, se abalanzó sobre mí
a gran velocidad y pude divisar cómo sacaba un objeto punzante. Parecía una
especie de cuchillo de cocina. Empezó un corto forcejeo, ya que él me ganaba en
fuerza. Sinceramente, parecía tener habilidades sobrehumanas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pude sentir como ese objeto se sumergía en mi pecho. Sentí
el frío del metal, tan frío como el invierno. Ese frío tan intenso no me dejó
hacer caso al dolor. Cuando me desplomé en el suelo semiinconsciente, lo único que me vino a la mente en ese oscuro
momento fue el pensamiento de que, de niño, le tenía un miedo irracional a la
oscuridad. Un miedo que pensé que había desaparecido, pero al final resultó que
en lo más profundo de mi subconsciente seguía ahí.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Casi no podía respirar. Aún así, hice un esfuerzo para
ponerme boca arriba, con el cuchillo aún enterrado en el pecho.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se borró de mi mente toda la situación, ya
que en ese momento lo único que me importaba era la molesta luz tenue de la
farola que cegaba mi vista, ya borrosa de por sí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pensé que el día en el que muriera sentiría un miedo atroz
minutos antes, ya que me atormentaría el pensamiento de no estar ya en la faz
de este mundo, pero, en ese momento, no me importó. No lloré ni grité. Me
mantuve sereno.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lleno de expectación. No
sé exactamente qué era lo que esperaba.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pero en ese momento, un fogonazo de luz me cegó y desperté,
horas después, en mi cama. Aturdido, lo primero que pude visualizar fue la
ventana de mi habitación. Estaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>rota,
pero no dudé ni un segundo en mirar mi pecho. Efectivamente. Allí se encontraba
una gran herida cosida.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Mi historia se habría tomado por falsa de no ser por la
indiscutible cicatriz con la que cargué el resto de mi vida. A la gente que se
lo conté se quedó muy sorprendida y un tanto escéptica, pero me solían
responder que tenía que haber sido el mismo ser que me atacó el que me había
salvado... pero yo lo dudo. No sé quién o qué era, ni por qué pasó lo que pasó,
pero hay algo que sé con seguridad: lo que me salvó no fue él, ya que solo hacía
falta ver su mirada cargada de perversión para intuir que su intención no era
dejarme vivo esa noche.</p><p></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-31760974760457778952023-09-27T02:21:00.003-07:002023-09-27T02:21:10.568-07:00La hora<p> —Buenos
días, me han comentado que es usted Canario.</p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Sí
miniño, de un pueblecito de Gran Canaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Pues
está de suerte. Tengo algo que le han quitado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Pero
si yo creo que lo tengo todo…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—En
absoluto. Porque a ver. ¿Podría decirme la hora?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Por
supuesto, son las doce y veinte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Le
ocurre algo?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Ya le
han dado una, ¿verdad?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Cómo?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Confiese.
Alguien se me ha adelantado<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—De
verdad que no le entiendo… ¡Oh! Disculpe. Acabo de volver de la península y se
me había olvidado cambiar el reloj. Son las once y veinte.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¡Eso
es otra cosa! Espero que disfrutara de su viaje a España.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—A la
Pe-nin-su-la.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Lo
que sea. El caso es que usted sigue necesitando esa hora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Qué
hora? <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¡La
que le han quitado! Si no entiende esto, no se va a enterar de nada del resto
de lo que le voy a contar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Agüita
con el machango este.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Por
favor. A mí hábleme en castellano que no entiendo el guanche.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Y
godomierda lo entiende?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Qué
genio. Ahora entiendo lo de la barrera de coral. Es para controlar que no
salgan a lo loco, ¿verdad?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿¿Pero
de qué barrera me está usted hablando??<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Cuanta
incultura indígena. Nunca me lo hubiera imaginado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Mire
papafrita. No le meto una ostia porque viene mi guagua, que si no…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿¿¿Viajan
en perros??? Eso es explotación animal. Creo que no ya no le voy a dar la hora
que le falta. No se lo merece, señor aborigen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Pues
no me ha reventado la cara de un bofetón. ¡Será salvaje! Yo me meto en mi
tardis y no vuelvo a la Atlántida nunca más. Que se queden con su hora de
atraso para siempre. Así llegarán siempre tarde a todos lados. Es lo único que
se merecen.<o:p></o:p></span></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-233389730915212892023-09-27T02:20:00.002-07:002023-09-27T02:20:29.911-07:00Malentendidos<p> —¿Nombre?</p><p>—Preferiría no decirlo.</p><p>—¿Cómo?</p><p>—Es que no le conozco de nada. Compréndalo.</p><p>— Er… Bueno, pues ¿profesión?</p><p>—Asesino en serie.</p><p>—¿Disculpe?</p><p>—Disculpada.</p><p>—Digo que me diga su profesión. Y sin cachondeitos, por favor.</p><p>—Asesino en serie.</p><p>—¿En serio?</p><p>—En serie.</p><p>—¡Ja! Me parto.</p><p>—Puedo hacer realidad su sueño si así lo desea.</p><p>—…</p><p>—Lo malo es que un señor muy serio de la puerta se ha quedado con mis herramientas, pero puedo ir a pedírselas. No tardo nada.</p><p>—¡No! Digo… No, gracias. Déjelo. Si no hace falta. Mejor sigamos. A ver… ¿Cómo se describiría?</p><p>—Educado, agradable… aunque algo temperamental. Y, a veces, un poco menos agradable.</p><p>—Ya… ¿Le gustan los niños?</p><p>—Fritos o al horno están deliciosos.</p><p>—¡Está loco!</p><p>—Claro.</p><p>—Comprenderá que no puedo contratarlo como monitor de guardería…</p><p>—¿Perdón?</p><p>—Perdonado.</p><p>—¿Pero no es aquí donde buscan troceador de cadáveres para prestigiosa banda mafiosa?</p><p>—Si le digo que no, ¿qué pasaría?</p><p>—Que le enseñaría mi afición favorita y me temo que tendría que dejar de ser tan educado.</p><p>—¡Pues claro que es aquí! Ha pasado la prueba. Enhorabuena.</p><p>—Estupendo, estupendo. Le aseguro que no se arrepentirá. Aunque me siento un poco decepcionado. Pensé que tendría que pasar un examen práctico antes.</p><p>—Noooo. Que va. Es que me ha impresionado mucho, ¿sabe?</p><p>—Entonces no me puedo ir sin demostrarle mi potencial. Va a ser muy divertido… al menos para mí. Voy a por mi instrumental. Enseguida vuelvo. ¡No se mueva!</p><p>Dos días después…</p><p>—Buenos días, disculpe el retraso. Es que me han retenido en la puerta. Menuda seguridad tienen ustedes aquí. Eso me gusta.</p><p>—Cualquier precaución es poca después de tener que jugar al escondite con los trozos del cuerpo de una compañera.</p><p>—¡Terrible! Si es que no te puedes fiar de nadie. Esos malditos salvadores de almas están en todas partes.</p><p>—¿Disculpe?</p><p>—¡Ah! ¿Que no es aquí lo del Aquelarre?</p><p>—¿El aquelarre?</p><p>—Maldición. Pues le ruego que me disculpe por lo que voy a tener que hacer ahora.</p><p>—¿Croac?</p><p>Dos días después…</p><p>—¿No había aquí una agencia de empleo?</p><p>—La tuvieron que cerrar. Por lo visto el mensaje del cartel no era muy claro y se les colaba cada uno…</p><p>—¿Qué ponía?</p><p>—“Está usted en el lugar correcto”.</p><p><br /></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-86418912469012709472023-09-15T00:05:00.009-07:002023-09-27T02:19:28.783-07:00Reto <p> —¿Se
lo has dicho?</p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Susana
se hizo la loca de una forma bastante convincente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¡Oh! ¡Venga
ya! No se lo has dicho, ¿verdad? —insistió la vocecita muy cerca de su oreja.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">La niña
se empecinó en garabatear en su cuaderno fingiendo una concentración que
distaba mucho de tener.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Pues
me estoy enfadando… —silbó amenazante la voz, aún más cerca de su oído.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">“Si
sigue así se va a meter directamente en mi cerebro”, pensó fastidiada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Con un
gesto de derrota se levantó de su pupitre y cruzó la clase con paso vacilante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Por
qué tenían que obligarla. Qué había hecho ella para merecer esto. Bueno, sí que
había hecho algo. Una tontería de nada. Nunca más volvería a jugar a verdad, beso
o reto. Eso seguro.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Suspiró
y le tocó levemente las anchas espaldas enrojecidas a su objetivo para llamar
su atención.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">La enorme
mole se dio a la vuelta y clavó sus oscuros ojos en la temblorosa figura de Susana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Es
verdad que… —comenzó con voz temblorosa —. ¿Es verdad que tienes una huella del
pie de Miguel en tu culo? —terminó todo lo deprisa que pudo trabándose en
algunas palabras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Si no
le entendía mejor que mejor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">El
ceño de su interlocutor se frunció levemente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Quieres
morir? —escupió con voz de fuego<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Ya…
ya estoy muerta<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¡Oh!
Es verdad —cayó en la cuenta el demonio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Pues
entonces me vas a escribir 3.822 millones de veces en tu cuadernito “No tentaré
mi suerte tocando los cojones a dos manos al magnífico Ángel Caído, aka el
Príncipe de las Tinieblas, Lucifer Estrella de la Mañana, también conocido como
Satanás, Luzbel, Samael… Buf me aburro. Necesito vacaciones <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—…ññññ
aburro…eeehh… vacaciones —apuntó la niña.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Eso
último ¡no! —se exasperó Su Malignidad—. Espera. ¿Te has traído el cuaderno?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Er…
Sí…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Ya
te esperabas un castigo tan horrible?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Puesss…
—A la pequeña le empezó a dar pena el gran mandatario infernal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">La
verdad es que no destacaba por su originalidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Miró a
sus espaldas y vio a uno de sus compañeros de torturas riéndose por lo bajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Oiga,
gran Mal en mayúsculas. Si lo que necesita son ideas nuevas por qué no pregunta
a la clase. Ya sabe eso que dicen de que los niños pueden llegar a ser muy
crueles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Sigue
hablando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Por
ejemplo, ve a ese que se está descojonando ahí al fondo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—¿Sí?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">—Mándelo
al cielo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Lucifer
abrió los ojos muy sorprendido y una malévola sonrisa le ensanchó la cara.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Dos
días después los demonios daban una fiesta en un infierno vacío de almas
haciendo oídos sordos a los terribles golpes que daban unos furiosos arcángeles
en la puerta.<o:p></o:p></span></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-78165001108882593422023-01-17T09:26:00.003-08:002023-01-18T01:16:54.417-08:00IETHAR. Jack el Mago<h2 style="text-align: center;">Reto literario 2023. Enero: IETHAR. Jack el Mago</h2><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh0o_orZpelTso4vMSVHvIVN7_pWwSUWRT5322IfX45hNqLjNpGL3NpkGYCBRx6VJTE9u5PUTQzMc_J8107BFiTsF3cU-2OoomUY0HPiGhYXR2e2xkdQ9u7BsgeaMMIBwjVHBYMXG1YBOpE0cJKWYSIV5vV6tdlJeNuZao34zG0flvCp1IWIDjPWm6zw/s800/photo_2023-01-10%2011.07.01.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="619" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh0o_orZpelTso4vMSVHvIVN7_pWwSUWRT5322IfX45hNqLjNpGL3NpkGYCBRx6VJTE9u5PUTQzMc_J8107BFiTsF3cU-2OoomUY0HPiGhYXR2e2xkdQ9u7BsgeaMMIBwjVHBYMXG1YBOpE0cJKWYSIV5vV6tdlJeNuZao34zG0flvCp1IWIDjPWm6zw/s320/photo_2023-01-10%2011.07.01.jpeg" width="248" /></a></div>Jack el mago es el primero de un saga que promete muchas aventuras y un nuevo universo extremadamente interesante.<p></p><p><b>Autor:</b> Marcos Madueño</p><p><b>Género:</b> Fantasía</p><p><b>Serie-Saga:</b> IETHAR</p><p><b>Target de edad: </b>Juvenil-adultos</p><p><b>Tipo de encuadernación:</b> Tapa dura</p><p><b>Editorial:</b> Autopublicado</p><p><b>Número de páginas:</b> 392 </p><p><b>Dónde encontrarlo:</b> <a href="https://publish.mibestseller.es/site/?r=userwebsite/index&id=marcosmadueno/bookdetails/301411" target="_blank">Publishmybesteseller.es</a></p><h3 style="text-align: left;"><br /></h3><h3 style="text-align: left;">Sinopsis</h3><p><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiulG2US8BvAwV537s55xM1LgMO_X7fv6nTig4DaHQ0Eo7mw4D1fCT_uC6qLaW9VpLRpqYdxA4HJEcQe2chNkZ64gO1RpDlayyTpKOy5Dk7zbD6YC1QSDLCHMsyHiypJvv8PdirSKkUgoWHQA2iex26UnQkEmQXzeuZ25BxFwIEiCq356I7BzS1lczXaA/s800/photo_2023-01-17%2016.05.53.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiulG2US8BvAwV537s55xM1LgMO_X7fv6nTig4DaHQ0Eo7mw4D1fCT_uC6qLaW9VpLRpqYdxA4HJEcQe2chNkZ64gO1RpDlayyTpKOy5Dk7zbD6YC1QSDLCHMsyHiypJvv8PdirSKkUgoWHQA2iex26UnQkEmQXzeuZ25BxFwIEiCq356I7BzS1lczXaA/s320/photo_2023-01-17%2016.05.53.jpeg" width="240" /></a></i></div><i>¿Qué pensarías si descubrieras que esos mundos mágicos que creías cuentos han sido siempre reales?</i><p></p><p><i>Pero las historias no contaban toda la verdad.</i></p><p><i>Los Despertados viven entre nosotros con el deber de proteger a la Madre Tierra.</i></p><p><i>Magos, Cambiaformas y guerreros con místicos poderes combaten contra fuerzas malignas para defender nuestro mundo y el de los espíritus.</i></p><p><i>Jack regresa de un largo viaje por el Mundo Espiritual en su búsqueda de una salvación para su amiga.</i></p><p><i>Llega con las manos vacías pero no piensa rendirse.</i></p><p><i>¿Podrán él y sus amigos acabar con la maldición que tortura a Kate?</i></p><h3 style="text-align: left;">Reseña</h3><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCHC4mFVeovPxf29of_Ckna1QyTa1zX3wXrzsLlcPei6pawR3GvcWFcVhf08W9HoupG28hdJI0F2HEDUPIlP3ZpPbQXBe0wFYNFBpyqqYQusJ61zw7sW9vv4-s2RzvIY6RVCWUQ90vHoy_BBSi6Ekw5AIryMDycu0JAHFmv1FSaAoOY6PQjDp3iKp1NQ/s800/photo_2023-01-17%2016.05.49.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCHC4mFVeovPxf29of_Ckna1QyTa1zX3wXrzsLlcPei6pawR3GvcWFcVhf08W9HoupG28hdJI0F2HEDUPIlP3ZpPbQXBe0wFYNFBpyqqYQusJ61zw7sW9vv4-s2RzvIY6RVCWUQ90vHoy_BBSi6Ekw5AIryMDycu0JAHFmv1FSaAoOY6PQjDp3iKp1NQ/s320/photo_2023-01-17%2016.05.49.jpeg" width="320" /></a></div>Este tomo nos presenta un universo muy cuidado que se divide en despertados, elegidos por los grandes espíritus y sus descendientes, y dormidos, los humanos que no conocen la verdadera realidad y viven sus vidas ajenos a la gran guerra que se debate sobre ellos. <p></p><p>Porque los durmientes tienen una misión muy concreta: mantener a raya a los demonios.</p><p>Además, deben mantener el equilibrio entre el mundo espiritual y el material, separados por líneas demasiado difusas que se entremezclan continuamente.</p><p>Se dividen en seis castas dependiendo del gran espíritu que les concedió sus dones: guardianes, jueces, magos, cambiaformas, asesinos y videntes.</p><p>El protagonista de la historia es un mago desesperado por ayudar a su amiga cambiaformas que pone a prueba su suerte buscando la solución en lugares en los que no debería aventurarse nunca un humano y vuelve al mundo material sin memoria ni salvación.</p><p style="text-align: center;"><i>"—... Es inútil preguntártelo, pero ¿tampoco puedes decirme si encontraste lo que buscabas?</i></p><p style="text-align: center;"><i>—Bueno, ni siquiera sabía que me había marchado para buscar nada."</i></p><p>Pero algo ha cambiado. Él no se acuerda, pero ha cruzado la línea, y va a necesitar de toda la ayuda de sus amigos para lanzarse de lleno a la locura en un intento por restaurar lo roto, salvar a su amiga y evitar la oscuridad que amenaza la realidad.</p><p style="text-align: center;"><i>"Pero esa imagen de paz y serenidad era sólo una fachada que ocultaba una verdad aterradora, como ocultaban las sábanas las cadenas que sujetaban sus muñecas y tobillos al suelo; pues todas y cada una de las noches, nada más ponerse el sol, su calma se tornaba en una furia salvaje."</i></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGjRD2zfxzpUNq9ADO0faVwxIKpHNcRCNeB9Sw0phMk6bxl9jtyg3r89Ul-HBURj02lsTAKPdjjSZKqnwgGb-hSmGippj_D_iI1OyWOkPGa6GFu8lmgmte5eh14Ixz_23ehghU0rqmC1fyRlZZUNue8NsYXEB_m3vme5KNc_P9S1HNmFwmyBFqqFFLtA/s800/photo_2023-01-17%2016.05.56.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjGjRD2zfxzpUNq9ADO0faVwxIKpHNcRCNeB9Sw0phMk6bxl9jtyg3r89Ul-HBURj02lsTAKPdjjSZKqnwgGb-hSmGippj_D_iI1OyWOkPGa6GFu8lmgmte5eh14Ixz_23ehghU0rqmC1fyRlZZUNue8NsYXEB_m3vme5KNc_P9S1HNmFwmyBFqqFFLtA/s320/photo_2023-01-17%2016.05.56.jpeg" width="240" /></a></div>La trama serpentea entre dilemas personales y un gran peligro común, llevándonos de una escena a otra con un sentimiento de desconcierto y hambre por saber más. El autor va dejando pequeños rastros de la historia y los hilos con los que se acabará entretejiendo un gran final que desvela el terribles secretos a la vez que deja un camino abierto hacia los nuevos acontecimientos que nos esperan en el siguiente tomo, que ojalá no tardemos mucho en poder disfrutar.<p></p><p>Puede que las idas y venidas, los recuerdos y los flashbacks, unidos a los cambios bruscos de escenario pierdan un poco al lector y por ello también incluya una cronología de los hechos que se suceden en el libro. Aunque yo no tuve problema en seguir la línea de la aventura, admito que no viene mal este pequeño resumen. Sobre todo, porque no sabemos cuándo se publicará la segunda parte y ahí sí que nos va a venir muy bien esta parte.</p><p style="text-align: center;"><i>"Lo que debería haber acabado con la salvación de Kate tan solo había sido una puerta abierta a un futuro incierto. Y ni siquiera el presente era ya como el pasado que conocía."</i></p><p>El argumento descansa sobre una estructura muy sólida: un ambiente bien construido y que cuida cada detalle. Incluso un idioma y mitología propia. De ésta última encontramos un fragmento al final del libro que nos ayuda a entender mejor el mundo en el que se mueven los personajes.</p><p>Además, siempre podemos consultar el glosario que nos explica el significado de muchas de las palabras y conceptos que se manejan a lo largo del libro.</p><p>Por cierto, las ilustraciones de portada e interiores también son del escritor y creo que, por eso mismo, reflejan a la perfección el texto como un espejo.</p><h3 style="text-align: left;">Tips</h3><p><b>Lo mejor:</b> El misterio que te van desvelando poco a poco.</p><p><b>Lo peor:</b> Se manejan muchísimos personajes en esta trama y a veces confundía dos entre sí o, directamente, no sabía quién estaba hablando en ese momento. A lo mejor un guía de personajes ayudaría.</p><p><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1fLBxLFY4vAqj84EOpZRmLuYO6DZr8oSUCpasW7hfkSgf0mf9wsumYM92GfpXHXJoeebxdzGODm8TQIkZBCZ7WZR6_dqKA8KPM4yFHJEXqXmHAzfz7iwWeoVc4iY-7lpl-zu9gyQFJ0_V0lT3W9p9Y2ZRJ_tj_vB9NPr0XDM7KAQjYcRwN4uVz1p6dg/s800/photo_2023-01-17%2016.06.04.jpeg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1fLBxLFY4vAqj84EOpZRmLuYO6DZr8oSUCpasW7hfkSgf0mf9wsumYM92GfpXHXJoeebxdzGODm8TQIkZBCZ7WZR6_dqKA8KPM4yFHJEXqXmHAzfz7iwWeoVc4iY-7lpl-zu9gyQFJ0_V0lT3W9p9Y2ZRJ_tj_vB9NPr0XDM7KAQjYcRwN4uVz1p6dg/s320/photo_2023-01-17%2016.06.04.jpeg" width="240" /></a></b></div><b>Personaje favorito:</b> Liliane.<p></p><p style="text-align: center;"><i>"Había algo en la Asesina, en su mirada imposible, que hizo estremecer a los espectros, frenando su embestida lo suficiente para que las dagas volaran y los enemigos cayeran inmóviles a sus pies, con un certero corte en el cuello, o una puñalada en sus corazas que alcanzaba siempre el corazón"</i></p><p><b>Sensaciones:</b> Me parece que es un libro que trasmite urgencia, emoción y tensión. Hay que salvar a la amiga, enfrentar nuevos e inquietantes peligros, desentrañar un misterio de gran importancia oculto en la pérdida de memoria de Jack, prepararse para lo que viene... En cada conversación y cada escena sientes que bajo las líneas de palabras se esconde algo más de lo que lees.</p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-66050382165925846502022-09-04T01:08:00.001-07:002022-09-07T01:14:07.050-07:00La suerte está en la bolsa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8kBICXAxuNlHKd1ixEr_43X8sLFTyFPF1V5tgN6EIq7h54s7UZ--zGy8231KdU_kLSdmwfsJ60yFmlNVL5eAk7GdPmbD1kYc0ceSa-Sjn4yfOp2oRWHt0OAFXQjPvTfUizJyYKxPOIqttJVCIAR1SQHYCL553HqhCqZSgYShlnZLxxKjgStHUBF86JQ/s225/bolsa%20de%20caos.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="225" data-original-width="225" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8kBICXAxuNlHKd1ixEr_43X8sLFTyFPF1V5tgN6EIq7h54s7UZ--zGy8231KdU_kLSdmwfsJ60yFmlNVL5eAk7GdPmbD1kYc0ceSa-Sjn4yfOp2oRWHt0OAFXQjPvTfUizJyYKxPOIqttJVCIAR1SQHYCL553HqhCqZSgYShlnZLxxKjgStHUBF86JQ/w400-h400/bolsa%20de%20caos.jpeg" width="400" /></a></div><br /><p>Los sueños no la dejaban en paz. Se metían en cada recoveco de su mente y parecían llenarlo todo. Empezaron hace escasamente una semana y cada noche empeoraban. La certeza de que la estaban envenenando como la ponzoña que se respira por las calles de Arkham, sumaban urgencia a la misión autoimpuesta de Diana Stanley, pequeña emprendedora que tomó una de las peores decisiones de su vida en busca de la prosperidad de su pequeño negocio. Su camino la llevó de la Liga de las mujeres, la Cámara de Comercio y la Sociedad Histórica a unirse a las filas de La Logia del Crepúsculo de Plata, un club muy exclusivo al que sólo unos pocos privilegiados tenían acceso. Privilegiados… o condenados, depende de cómo se mire. En ese momento, la mujer, con el miedo reflejado en sus ojos y de movimientos nerviosos, se decantaba más por lo segundo. Condenados a conocer la horrible verdad y vivir con ella… y, en su caso, luchar en su contra desde las sombras. Sabe que ha sellado su destino desde el mismo momento en que cruzó las puertas de la mansión de Carl Sanford soñando con la grandeza y la fortuna. Quería triunfar, sí. Pero no a ese precio. El de la sangre y la cordura. No hay vuelta atrás ni tiempo para lamentarse. Tiempo es lo que menos tiene. Siente como se escapa de entre sus dedos como la fina arena de una playa paradisíaca. Inexorable e implacable. Haciendo que el plan avance demasiado rápido.</p><p>Ha sido testigo de tanto terribles secretos… Forma parte, para su desgracia, de un organigrama dantesco que manipula los hilos de la realidad y traspasa las fronteras de la mísera existencia humana. Hay cosas que no deben ser llamadas. Hay presencias que es mejor dejar dormir…</p><p>Diana no está sola. En su desesperación cruzó su camino con alguien que logró comprenderla demasiado bien, la sicóloga Carolyn Fern, también atrapada por la misma pesadilla que tejía sus insidiosas telarañas de locura en múltiples frentes. A menos, ellas habían unido fuerzas para desbaratar los planes de la logia.</p><p>La pequeña figura de la mujer de ciencia apareció ante la temerosa empresaria una tarde gris y pesada, una de tantas en Arkham, la ciudad de las sombras y los secretos innombrables. Se subió las gafas con nerviosismo y fue directa al grano sin perderse en grandes discursos. La habló de Malachi, el paciente que cambió su vida para siempre, y de las pesadillas que lo llevaron a su trágico final, ensartado en uno de los oníricos cuchillos que salieron de su tenebrosa imaginación de perturbado. Fue la señal que necesitaba para tomar la decisión final de unirse a la sicóloga y traicionar a los suyos.</p><p>Las pistas que habían ido recabando gracias a la magnífica capacidad de deducción de Carolyn las había llevado hasta ese punto de no retorno. Casi podían acariciar la victoria con las puntas de los dedos, pero unas criaturas hechas de niebla y miedo les habían cortado el paso. Habían pasado por mucho sufrimiento y estaban a las puertas de truncar el infame ritual que había puesto en marcha la logia por un precio demasiado alto.</p><p>La sectaria redimida se aprestó a lanzar la consunción concentrando todas sus energías en un solo punto. En su mente se formaron claramente seis símbolos con forma de cabeza. Sonrió satisfecha. Debería ser suficiente contra la horrible aparición. Susurró el hechizo preparándose para pagar el precio por usar conocimientos prohibidos. Sólo esperaba que no fuera demasiado alto. Una imagen de dos tentáculos que se juntan por sus puntas formando un macabro corazón estalló en el aire. Diana miró horrorizada la imagen mientras se iba disipando poco a poco. El engendro rió emitiendo unos sonidos ininteligibles que parecieron desgarrarle el alma a la investigadora. “Maldita suerte” fue su último pensamiento antes de caer en los abismos de la locura. Desde un lugar muy lejano, más allá de nuestra realidad, se oyó una tormenta de terribles juramentos: “Me cago en todo. Puñetera bolsa de caos. Es la última vez que voy con un místico. Me vuelvo a los guardianes para reventar a puños….”</p><p>Tony sacó su inseparable colt de calibre 38 de cañón largo, apuntó a esa cosa que se arrastraba hacia él haciendo inquietantes ruiditos de succión y, sin perder la calma, hizo detonar el percutor reventándole la puta cabeza. No tuvo tanta suerte con la criatura informe que apareció en algún punto impreciso tras su espalda. Carolyn no tenía ninguna oportunidad contra el purulento ser y no se lo pensó dos veces antes de intentar desistir y dejar a su compañero a su suerte. Una pena que otro engendro cuya existencia parecía imposible la estuviera esperando por el camino.</p><p>De todas formas, habían llegado tarde. Todas las pistas apuntaban a esa ubicación en concreto como lugar de reunión de los acólitos para llevar a cabo su terrible rito, pero, cuando por fin aparecieron en la misteriosa propiedad, sólo encontraron extraños símbolos en todas y cada una de las paredes y ese cadáver deforme, que parecía haber sufrido horrores innombrables hasta su último aliento. No querían ni imaginárselo. Pues ellos mismo habían tenido que presenciar fenómenos imposibles y enfrentarse a criaturas descarnadas en cuya presencia otros, con menos entrenamiento que ellos, no hubieran podido aguantar ni dos minutos sin caer en los abismos de la locura.</p><p>El camino hasta allí había sido difícil y habían pagado el precio con buena parte de su cordura, pero no podían abandonar ahora. Debían seguir intentando salvar nuestra realidad a toda costa. Una de ellos arrastraría un trauma mental hasta el día de su muerte, que probablemente sería pronto si se quedaban de brazos cruzados y la suerte volvía a darle la espalda. Y el otro se había ganado esos dolores delirantes que le hacían cojear en los momentos más inoportunos. Nada de eso les iba a parar. Se jugaban mucho.</p><p>Tenían claro que en la mansión, que antes fuera guarida de la cofradía, había comenzado algo terrible que había que parar a toda costa.</p><p>Un resplandor inquietante inundó el cielo. Nadie podría describir su color. No parecía de este mundo. Debían darse prisa o la realidad tal y como la conocían empezaría a resquebrajarse. No habría salvación para nadie.</p><p>— “Venga coge una ficha de la bolsa del caos… Maldito traidorrr.. ejem ejem”</p><p>— “¿Que querías que hiciera? Si estas en las últimas. Y va y me aparece ese pedazo de bicho. Miedo me da coger ficha…”</p><p>— “Abandonar es de cobardes. Venga. No seas pesado. Que sea lo que dios quiera”</p><p>— “Es que ni con tu guardián potente nos pasamos este escenario. Mira que eres de ideas fijas. Yo creo que con Diana nos hubiera ido mejor…”</p><p>— “¡Ni me la nombres! Parecía fácil eso de acumular cabezas y una mierda pa’mí. De todas, formas estamos jodidos otra vez. Para qué seguir sufriendo.”</p><p>— “Que no, que todo puede cambiar. Venga que me huelo un éxito. Lo huelo, lo huelo…”</p><p><br /></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-82257296292732680092022-09-03T00:53:00.001-07:002022-09-07T01:07:04.112-07:00El inquilino de arriba<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3V0PVqOCQGoStCu93kuxJE57E7iQUJRV3zp1umFnRPYkug-fP7nWnjKGj_SoX6PPOzQf-jHXpVao7JofPEEAn94c1CHLE6URjf4jtCgnXi1SD2SA7hw1onecRieIo-L7XCiCdKki6SurIDv-mAcjrfl5vM71dsROyEw5ly7UnfdkgaauIKbOL3SVHqQ/s800/Captura%20de%20Pantalla%202022-09-07%20a%20las%2010.03.53.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="800" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3V0PVqOCQGoStCu93kuxJE57E7iQUJRV3zp1umFnRPYkug-fP7nWnjKGj_SoX6PPOzQf-jHXpVao7JofPEEAn94c1CHLE6URjf4jtCgnXi1SD2SA7hw1onecRieIo-L7XCiCdKki6SurIDv-mAcjrfl5vM71dsROyEw5ly7UnfdkgaauIKbOL3SVHqQ/w400-h266/Captura%20de%20Pantalla%202022-09-07%20a%20las%2010.03.53.png" width="400" /></a></div><br /><p><br /></p><p>Me duele la cabeza. No es de extrañar. Hace muchos días que no logro dormir bien. No soy una persona impresionable, pero tras la desgracia del inquilino del piso de arriba no he vuelto a ser el mismo. Los rumores apuntan a que fue víctima de un crimen horrible. Las fuerzas de seguridad y sanidad que se vieron involucradas en el caso se vieron afectadas hasta tal punto que cuentan que se han retirado de la vida social para poder recuperarse del dantesco espectáculo que se vieron obligados a presenciar. ¡Exageraciones y chismes! Yo soy un hombre de ciencia muy poco dado a prestar oídos a palabras necias, pero nadie puede controlar su subconsciente y está visto que el mío ha decidido rebelarse contra mí hacia fantásticas ilusiones sin sentido.</p><p>En cuanto cierro los ojos comienzan a desfilar ante mí aberraciones humanoides revestidas de pieles escamosas, que recuerdan ligeramente a figuras marinas. Se mueven con andares torpes, pero decididos por las dependencias de una casa muy parecida a la mía, pero, a la vez, muy diferente. Sus ojos inexpresivos resbalan sobre mí como si no me vieran. Unos cánticos extraños, que parecen no provenir de sus labios inertes, llenan mis oídos y se cuelan en mi cerebro produciéndome un agudo dolor que va in crescendo hasta que me despierto presa del terror y envuelto en mi propio sudor.</p><p>Curiosamente, los somníferos que yo mismo me he recetado, lejos de darme alivio, amplifican estas pesadillas sin sentido. Tan realistas ya, que hasta me parece percibir un olor a agua y sal mezclado con algo más nauseabundo que no soy capaz de identificar.</p><p>Esta situación está afectando a mi pensamiento lógico. La falta de descanso puede acabar con la cordura de cualquiera. La desesperación me ha llevado a pensar en algo que, normalmente, me parecería ridículo, pero a situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Estoy decidido a allanar la morada de mi antiguo inquilino para intentar conjurar a mis demonios. Si ha sido este episodio el que me ha sugestionado hasta tal punto, seguramente visitar el lugar de los hechos calmará a mi subconsciente y por fin podré dormir tranquilo. ¡Ah! Una noche sin sueños es lo único que ansío ahora.</p><p>Saco la llave del piso de arriba, puesto que al ser yo el dueño del edificio conservo llave de todas las dependencias en uno de los cajones de mi escritorio, y subo las elegantes escaleras de madera hasta la puerta de la víctima. En cuanto vea sus estancias envueltas en la normalidad de una realidad sin extraños monstruos ni espíritus, mi alma recuperará la paz. Es una cuestión científica el hecho de que enfrentarnos a nuestros traumas ayuda al cerebro a procesar mejor los estímulos.</p><p>Me cuesta un poco abrir. La puerta está ligeramente atascada. El inquilino tendría que haberme dado un aviso, pero tampoco me extraña mucho que no lo hiciera. Apenas salía de su morada y gozaba de un carácter silencioso y huraño que lo hacía blanco de un sinfín de estúpidos rumores a los que nunca presté oídos. Algo de lo que me arrepentí nada más traspasar el umbral de su puerta. Hubiera sido de ayuda saber algo más del misterioso habitante del piso de arriba.</p><p>Lo primero que sentí fue ese olor a mar putrefacto de mis sueños. Así que eso es lo que me estaba sugestionando durante mi sueño. Seguramente, se colaba por mi ventana hasta mis fosas nasales y ayudaba a mi mente a formar los horrores de mis pesadillas. Con un sigilo innecesario, ya que sabía de buena tinta que nadie moraba ya en esa casa, me introduje en el salón, observando cada detalle. El inquilino tenía un gusto extraño y rocambolesco para la decoración. Rayando en el mal gusto y acariciando los límites de una locura oscura e imprecisa. Pero, evidentemente, el aspecto tétrico y oscuro de las estancias no me amedrentó en absoluto. El miedo es un sentimiento irracional. Mis ojos percibían extraños movimientos en las sombras de la habitación, pero mi cerebro no se dejaba engañar por esas meras ilusiones. Así que seguí adelante, curioseando estantes y cajones. Al fin y al cabo, ¿quién iba a quejarse de mi intromisión?</p><p>Entonces mis ojos chocaron con un objeto bastante común, pero que, curiosamente, despertaba mi atención. Se trataba de un libro con tapas amarillas que descansaba en una de las mesitas del salón. Lo tomé despreocupadamente con más curiosidad de la que quería admitir. Nada más cogerlo mi corazón comenzó a acelerarse sin ningún motivo aparente.</p><p>A medida que pasaba las páginas, las palabras parecían cobrar vida propia y taladrarme más allá de mi consciencia. Algo extraño ocurría a mí alrededor. Algo que no se podía describir con simples palabras. Era como si la realidad se estremeciera y comenzara a tambalearse y a hacerse jirones. Detrás de cada desgarro lograba intuir, más que ver, horrores innombrables que mi cerebro se negaba a aceptar.</p><p>Todo mi cuerpo pedía a gritos que soltara el libro, pero mi voluntad se resistía obligándome a pasar una página tras otra, hasta llegar a la última, en la que algo terrible me devolvió la mirada. Sentí como mi cerebro estallaba en pedazos para volver a juntarse de cualquier manera. Mis pensamientos se entremezclaron con palabras irreconocibles imposibles de pronunciar por gargantas humanas y me sentí impulsado por un espacio infinito que escapaba a los límites de la cordura.</p><p>De repente, todo estalló en pedazos y me sumí en la oscuridad. Cuando volví en mí, me encontraba en el salón de mi inquilino, tal y como me lo había encontrado al entrar, excepto porque el libro había desaparecido.</p><p>Temblando incontrolablemente volví como pude a mis habitaciones. Y nunca he vuelto a salir de ellas. Me paso las horas escribiendo y escribiendo. Tratando inútilmente de poner en palabras mi horrible experiencia. Piensan que he perdido la razón. Y probablemente no se equivocan. De lo que sí estoy seguro es que esas cosas, que se mueven en las sombras de mi casa, son reales y vendrán algún día a por mi alma. No vale la pena intentar escapar. No existe rincón en este mundo en el que pueda ocultarme de ellas. Ruego que vengan a buscarme y acaben con este insoportable sufrimiento. Espero que mis escritos ayuden a la humanidad a entender los horrores innombrables que les acechan sin que ni siquiera lo sospechen.</p><p><br /></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-19993249039417665162022-09-01T00:37:00.003-07:002022-09-07T00:44:05.115-07:00La traición<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp-c9tB7fVHLhRuNUvuWT0Ti--jkcn_WTGCOLDVpP5td6WVyasxmpcF5mtsBD80Gx5AUZ-wjr5SDmiCH2SUtJqzgo-4aGs90gy5YNl1BqhQxhIC6PVu4MfE4NWaJ2guVRVeBCQPKxZbkQ6GEkmp5sQEkLdGVn3yUaRYKXR_j7rhA1zL2NAxmTXPu9gaQ/s1196/Captura%20de%20Pantalla%202022-09-07%20a%20las%209.41.20.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1196" data-original-width="1133" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp-c9tB7fVHLhRuNUvuWT0Ti--jkcn_WTGCOLDVpP5td6WVyasxmpcF5mtsBD80Gx5AUZ-wjr5SDmiCH2SUtJqzgo-4aGs90gy5YNl1BqhQxhIC6PVu4MfE4NWaJ2guVRVeBCQPKxZbkQ6GEkmp5sQEkLdGVn3yUaRYKXR_j7rhA1zL2NAxmTXPu9gaQ/w379-h400/Captura%20de%20Pantalla%202022-09-07%20a%20las%209.41.20.png" width="379" /></a></div><br /><p><br /></p><p>“¿Y dices que mi cliente está pasando esa puerta?” </p><p>“Eso mismo.” </p><p>“Que currada con todas esas mierdas místicas. Si me pide cosas muy raritas me piro. Eeeh.” </p><p>“Eso no va a pasar. Vamos, entra ya.”</p><p>La demacrada chica se tomó su tiempo, pero finalmente cruzó el portal echándome una última mirada de desconfianza. ¿Devorar su alma entraría dentro de lo que ella consideraba cosas raritas? </p><p>No tardé mucho en escuchar una voz siseante que parecía llegar de todos lados a la vez, “Te dije que no quería más putas.”</p><p>Cómo si hubiera tanto dónde elegir.</p><p>“Pues era eso o nada.”</p><p>“A lo mejor tendría que salir yo a buscar, a lo mejor podría arreglarme con tu pobre y asquerosa alma.”</p><p>“Vale, vale, ya lo pillo.”, me di la vuelta para pirarme, pero la voz volvió a retumbar en mis oídos.</p><p>“¿Te vas ya? ¿Así? ¿Tan frío?”, dudé un poco antes de volver sobre mis pasos y atravesar el portal con cara de pocos amigos.</p><p>Qué le voy a hacer. Esa puta asquerosa me tiene en sus manos. Cómo si pudiera negarme.</p><p>-</p><p>Si me bebo otra estoy seguro de que me ahogaré en este whisky aguado, pero me da igual. Jajaja. Como si tuviera algo que perder. La consciencia. Estaría bien. Podría empezar por perder la consciencia. Voy camino de ello. Jajaja.</p><p>Antes de verla, la olí. Se sentó en la banqueta de al lado, pero la ignoré deliberadamente. Lo último que quería era conversación. Seguimos así un rato más, pero no se iba. Notaba sus ojos fijos en mí, pero yo seguía a lo mío, cada vez con más torpeza, he de confesar. Ya no sé quien bebía más. Mi camisa o yo. Jejejeje.</p><p>“Sé lo que escondes” Pfffff, ¿eeeeh? La miré, ¿Qué dice ésta? ¡Vaya! Y estaba buena. ¿Era el alcohol o parecía brillar la cabrona? Mi polla hizo un amago de levantamiento, pero no. Ahí se quedó la pobre más ebria de alcohol que de sangre bombeante. Sí que estaba buena.</p><p>Y entonces todo se volvió oscuro.</p><p>-</p><p>Abrí los ojos con mucho esfuerzo. Me sentía como si mil enanos picaran sobre mi cabeza. </p><p>"Bienvenido al mundo de la vigilia... Riot el Grande.” </p><p>"Lo de grande me queda muy grande.", grazne con risa amarga. Pretendía ser gracioso. Lo juro. Pero la beldad que se alzaba ante mí, en el cuartucho de la taberna, me observaba con la mirada cargada de censura. Ahora no me parecía brillante ni nada de eso. Pero seguía estando buena. </p><p>“Soy Tria, se presentó, con gesto impaciente, hechicera caza demonios.” </p><p>Oooh, que impresionante. Ni siquiera moví un musculo de la cara. Nos quedamos un buen rato en silencio. Sólo mirándonos. Y yo aproveché para tomarle las medidas. Me encanta la ropa ultraestrecha que suelen vestir estas hechiceras guerreras. Evitan agarres inoportunos en la batalla y no dejan nada a la imaginación.</p><p>Como yo no decía nada, prosiguió con su discurso. </p><p>“Lo sé todo sobre ti. “</p><p>Eso era mucho decir. </p><p>“Conozco tu fulgurante carrera militar y tu caída a los infiernos…”</p><p>No lo sabía ella bien. </p><p>“Cuando conociste a Elisistar.” </p><p>Joder, pues a lo mejor sí que lo sabía. Me puse en alerta.</p><p>“Tranquilo, puedes confiar en mí. Soy la persona que va a conseguir tu libertad”, me aseguró mientras un fulgor de orgullo asomaba a sus ojos azules. Algo se removió en mi interior y me hizo sentir un poco incómodo.</p><p>Estuvimos charlando mucho tiempo. Era tan enérgica, como impulsiva. Tan joven… Daba gusta verla en su papel de salvadora convencida. </p><p>Me prometió tantas cosas con voz dulce y ademanes sugerentes… Que casi me sentí transportado a otros tiempos. Otros en los que yo también era joven e impulsivo y me movía por el honor.</p><p>Al final me fui de su habitación con la promesa de que la recibiría en mi cochambroso hogar al día al siguiente.</p><p>….</p><p>Me lo había currado muchísimo para dar un aspecto presentable a mi pocilga. Hasta había comprado telas de esas que les gustan a las mujeres, con colorines y bordados. Y los había colgado por todas partes ocultando las ajadas paredes y puertas.</p><p>Ahí estaba Tría, contándome su plan para hacer salir a Elisistar de su cubil y acabar con ella, aprovechando que así perdería todo su poder. No podía menos que admirar su inteligencia y creo que pasé más tiempo preso de su expresión decidida que escuchándola activamente. Vaaale, alguna vez se me cayó la vista a las tetas. ¿Y qué? Pero no se dio cuenta. Quería aparentar para ella el caballero que una vez fui.</p><p>“Perdona, necesito ir al baño. ¿Te importa indicarme dónde está?”, interrumpió mi línea de pensamiento.</p><p>“Claro. Está ahí. Tras la puerta entelada de rojo”, La hechicera no perdió mucho tiempo admirando la belleza de la tela, con la de monedas que me había costado. Entró apresuradamente acuciada por su necesidad fisiológica.</p><p>No tardé mucho en escuchar una conocida voz muy cerca de mi oído.</p><p>“Te has superado. Estaba deliciosa. Ven a recibir tu premio”.</p><p>Una sonrisa ladeada apareció en mi rostro. Me dirigí al portal oculto con telas rojas.</p><p>Vale. Es una jodida demonio sin sentimientos ni corazón, pero, qué le voy a hacer, nadie elige de quien se enamora. ¿Verdad?</p><p><br /></p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-55058854416204286462021-12-25T00:44:00.001-08:002022-09-07T00:53:13.746-07:00El caldo de Navidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrTAz03ob0JPdO0OtNSxRdcAFNtfXUmqnsM8-Sc2JHai1a3RbniDnpzTV1kf0DrJWBs5Zulx6Cr0i7ZVwOhy3GfEmI3B8rrLABWDBVRVhsGvEfXJcpWZal1d-4ABqhWJLvH2t3XuKw8OKuWXLIbC_wll1U9dh9dYiEDyxJB56yvnlt79kCcd_3J2LZCA/s1004/caldo-de-ave-e1637170039114-1300x835.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="835" data-original-width="1004" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrTAz03ob0JPdO0OtNSxRdcAFNtfXUmqnsM8-Sc2JHai1a3RbniDnpzTV1kf0DrJWBs5Zulx6Cr0i7ZVwOhy3GfEmI3B8rrLABWDBVRVhsGvEfXJcpWZal1d-4ABqhWJLvH2t3XuKw8OKuWXLIbC_wll1U9dh9dYiEDyxJB56yvnlt79kCcd_3J2LZCA/w400-h333/caldo-de-ave-e1637170039114-1300x835.jpeg" width="400" /></a></div><p><br /></p><p>El frío se cuela hasta mis huesos. Mal día para perderse en una montaña sin cobertura. Menudas Navidades. Peor de lo que pensaba. Salgo del infierno familiar, alegando un viaje a última hora, y me caigo directamente a una ladera congelada a pocos minutos del anochecer.</p><p>—Mira, ahí. ¿No ves algo? —Mi pareja actual (no me suelen durar mucho) me señala a lo lejos y distingo algo marrón entre tanta nieve. Con lo bien que estaba delante de la chimenea, ¿Cómo me dejé convencer para ir a dar una vuelta? A veces por no oírle hago estas locuras. </p><p>El caso es que tiene razón. Ahí delante hay algo y puede que tenga calefacción o mantas en su interior. Sin contestarle, tengo demasiada ira concentrada en él ahora mismo, me encamino al lugar señalado.</p><p>Nos cuesta un poco llegar. Nadie se ha molestado en despejar el camino hacia la destartalada cabaña. Al acercarnos, un olor muy agradable se cuela en mis fosas nasales y hace que me suenen las tripas. Mi futuro ex novio se ríe bajito, pero no se atreve a comentar nada. No hace mucho que salimos, pero ya conoce de sobra mis explosiones de mal humor.</p><p>Golpeo la puerta con los nudillos con demasiada fuerza y me hago daño, lo que me pone aún de peor ánimo. Viva el espíritu de la Navidad. Yuju.</p><p>Afortunadamente, no tardan mucho en abrirnos. Tampoco creo que haya mucha distancia que recorrer dentro de esa casucha. Un personaje, que bien podría confundirse con el gordo de rojo, asoma su barba blanca por el dintel y se queda mirándome sin proferir palabra.</p><p>—Eeeh. Nos hemos perdido… —comienzo, titubeando e intentando componer una sonrisa que no se vea demasiado falsa.</p><p>—Estábamos dando un paseo y nos hemos desorientado —toma la palabra mi acompañante. Dios, no sé qué pude ver en él. Es irritante—. ¿Podría indicarnos el camino correcto hacia el hotel rural o el pueblo?</p><p>—O podría dejarnos entrar para calentarnos un poco que ya no veo ni la punta de mi nariz, ¡moriré congelada si sigo un segundo más aquí fuera! —dramatizo de forma exagerada, interrumpiendo a mi chico bruscamente. Me mira medio raro, pero me da igual. Donde las dan las toman.</p><p>El abuelo no dice esta boca es mía. Tan sólo se aparta y nos invita a entrar con un gesto vago. El olor se intensifica. Hace que me sienta extraña. Como en casa, pero no en la casa de ahora, en la que convivo con unos padres inaguantables y el molesto hermano que, como yo, aún no ha podido volar del nido por falta de recursos. </p><p>Aparto esos pensamientos y me tiro como si no hubiera un mañana al lado de la estufilla que preside la habitación a la que accedemos. Cuando por fin entro algo en calor, me fijo en lo que me rodea. Todo está bastante desordenado, pero el conjunto da sensación de confort, con muebles viejos y cómodos colocados despreocupadamente allá donde miro, y montañas y montañas de libros por todas partes. Paz, silencio y millones de páginas que devorar. Yo sería feliz aquí. </p><p>Hasta puedo entrever la cama en un rincón, sepultada también bajo gruesos volúmenes que prometen mil y una aventuras. A la estancia sólo dan dos puertas, que supongo que serán el acceso al baño y a la cocina. El chico que me acompaña no tarda en sentarse en un sofá de orejas altas, que no pega ni con cola con el resto del mobiliario, ni en color ni en forma. Se le ve tan a gusto que hasta se coge la confianza de curiosear ojeando páginas de aquí y allá.</p><p>Con una de las puertas he acertado de pleno porque, en ese momento, nuestro benefactor sale de ella con un humeante cuenco en cada mano. De nuevo, ese olor, que me llena de emociones encontradas. Un aroma que llega hasta mí y se posa en mis manos, cuando el personaje me da uno de ellos sin mediar palabra. Casi sin mirarme. Luego hace lo mismo con mi acompañante, que lo recibe encantado. Le da las gracias y lo sopla con una expresión de felicidad en su rostro. Corriente y sin nada que resaltar, como todo él.</p><p>Me concentro en mí misma y observo un rato el espeso caldo antes de decidirme a probarlo. En cuanto traspasa mi garganta un bombardeo de recuerdos me golpea sin piedad: risas se entremezclaban con villancicos cantados a voz en grito, ruidos de carreras por el pasillo, mi madre pidiendo calma, mi padre haciéndola rabiar, los olores de la cocina… y, entre ellos, ese olor, el del caldo que tengo entre mis manos. Justo ese mismo olor. ¿Cómo podía ser? Cada Navidad mi casa se llenaba de ese olor por todos los rincones y encendía..., ¿qué es lo que enciende? ¿Nuestro espíritu navideño? Pero yo ya no tengo ilusión por esas tonterías, ya no soy una niña… Ya no… </p><p>Bruscamente, vuelvo a la habitación de la cabaña. Es tan repentino que me mareo. Menos mal que estoy sentada y sólo tengo que lamentar unas pocas gotas del caldo que van a parar a mi abrigo. Cuando llevo el cuenco de nuevo a mis labios me doy cuenta de que tengo las mejillas húmedas. ¿Estaba llorando? Avergonzaba echo un rápido vistazo a mi alrededor para comprobar que nadie se ha percatado de mi momento de debilidad. Y, entonces, me llevo la segunda sorpresa. Él también está llorando, el chico que hacía tan sólo un momento estaba pensando en dejar archivado en antiguas relaciones. Vuelve en sí dando un respingo y se pone colorado hasta las orejas cuando se da cuenta de que le estoy observando. Aparta la mirada y la clava en el cuenco.</p><p>Un impulso me lleva a apurar lo que me queda del caldo y a sentarme a su lado. Le cojo una mano con las mías y me aprieto contra su cuerpo buscando calor, pero no como el que pueda dar la calefacción, una chimenea o una estufa, sino uno más humano. Él también suelta el cuenco, ya vacío, en una mesita y me pasa el brazo libre por los hombros. No creo que tardáramos mucho en quedarnos dormidos.</p><p>Me despierta la luz que se cuela por las rendijas de las persianas. Alguien nos ha tapado con una gruesa manta. Me duele todo el cuerpo después de tantas horas en una postura tan extraña. Pero, por otro lado, a pesar de que la estufa parece llevar varias horas apagada, siento un calorcillo que viene de mi interior y que me hace sentir muy bien. </p><p>Miguel abre los ojos en cuanto me siente removerme. No sé si ya estaba despierto o he sido yo quien le ha sacado de los brazos de Morfeo. Tiene las mejillas encendidas y sonríe con los ojos y la boca a la vez. Está distinto. O yo le veo distinto.</p><p>No encontramos a nuestro Papa Noel de anoche por ningún sitio, así que decidimos intentar volver por nuestra cuenta al hotel. Le dejamos un mensaje escrito en la nieve, aunque seguramente se habrá borrado antes de que vuelva. A saber dónde se ha ido. A comer con su familia seguramente.</p><p>Milagrosamente, aparece una línea en el móvil de Miguel y nos da la cobertura justa para orientarnos con su gps, con bastante dificultad, pero por fin estamos en el camino correcto. En poco más de un par de horas encontramos el hotel. </p><p>—Oye —Le paro antes de entrar—. Estoy pensando… Aún me da tiempo de llegar a comer a casa… —Miguel se rasca la barbilla antes de contestar.</p><p>—¿Sabes? Yo estaba pensando en lo mismo. ¿Te dejo en tu casa? Me han entrado unas ganas locas de abrazar a mi madre…</p>Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-3553958371277564262019-06-14T06:58:00.001-07:002019-09-26T01:02:26.806-07:00La Luna Negra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyfRStq31DxkO1WiMwjiMXbpOlnjgZ_XgcIOpEmI3dQhdt96nnZcs0RKpWockR7pwTYwruyupv2BUu3XbphQVaOv9AxpXeILqi1xEG3DmxjIy6ZEHWL_7L3Nj3eS7JjJA4kP4qGJV9iiL5/s1600/20190614_153158.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="608" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyfRStq31DxkO1WiMwjiMXbpOlnjgZ_XgcIOpEmI3dQhdt96nnZcs0RKpWockR7pwTYwruyupv2BUu3XbphQVaOv9AxpXeILqi1xEG3DmxjIy6ZEHWL_7L3Nj3eS7JjJA4kP4qGJV9iiL5/s320/20190614_153158.jpg" width="243" /></a></div>
La luna Negra, de <a href="http://www.selento.com/">Selento Books</a>, es una lucha por la supervivencia en un entorno extremadamente hostil. En un planeta al borde de ninguna parte y en el límite de la extinción, los colonos de la ciudad de Víncula se enfrentan al desastre. En Cristal XVIII, el último planeta colonizado tras la Quinta Conquista, el frío es extremo y las condiciones climáticas hacen muy difícil sobrevivir. Las ciudades son búnkers herméticos que están comenzando a fallar tras el abandono de la Administración.<br />
<br />
La situación se vuelve insostenible y ha llegado el momento de tomar la más radical de las decisiones, las oportunidades son escasas, pero si se quedan parados sólo les espera la muerte por congelación. Marco, el capataz de Víncula precipita los acontecimientos convencido de que sólo hay un camino. Y está fuera de las puertas de la ciudad.<br />
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Un extraño personaje hará su aparición en este momento de inflexión y será clave para el desarrollo de esta aventura llena de horror, violencia, intriga, sorpresas, criaturas terribles y muerte. ¿Hay esperanza?<br />
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Vas a tener que leerte el libro para saberlo y conocer todos los secretos de sus protagonistas. Que son muchos e inesperados.<br />
<br />
Esta lectura me tuvo en vilo en todo momento, más que leer las páginas las devoraba. La atmósfera angustiante que viven los personajes de ficción se mete en tu cerebro y casi puedes sentir el frío que sube por las venas para asomarse a tus ojos. Corres con ellos, sufres con ellos, vives su miedo... la desesperación, las ganas de rendirse o su instinto de supervivencia te atrapa.<br />
<br />
La inocencia y despreocupación con la que viven el éxodo los niños es chocante, pero bastante realista. Son niños pequeños, acostumbrado a vivir las penurias y enfermedades del planeta y que sólo piensan en el ahora y en jugar. No llegan a ver el peligro ante sus narices, pero sí que son capaces de sentir el miedo, la curiosidad o las ganas de pasarlo bien de una forma muy extrema, cada uno según su personalidad.<br />
<br />
El contador de supervivientes me pareció un detalle perfecto que enriquece esta historia de un viaje hacia la esperanza.<br />
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Ahora mismo está en marcha el <a href="https://www.verkami.com/projects/23843-la-luna-negra-de-selento-books">Crowdfunding</a> de esta novela y del lanzamiento de Selento Books como editorial independiente y genuina en si misma, por si te apetece participar en el proyecto. A día de hoy el Crowdfunding terminó.Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-73631297921233738152017-09-05T02:06:00.001-07:002017-09-05T02:06:42.679-07:00La espera<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7RjzCp396PN8PjtWDsX5_qSLrq1Bak9if2_WY9_HbaFresoiA2N0ciycXqUjLk4Cm3z4V3CVmVDUriOy1_cXKPQ2W8efLB7er747gOG3RnLwNySzm3sZNaz27XA6Doiq9OIkntRwBzonA/s1600/35.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="532" data-original-width="800" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7RjzCp396PN8PjtWDsX5_qSLrq1Bak9if2_WY9_HbaFresoiA2N0ciycXqUjLk4Cm3z4V3CVmVDUriOy1_cXKPQ2W8efLB7er747gOG3RnLwNySzm3sZNaz27XA6Doiq9OIkntRwBzonA/s320/35.jpg" width="320" /></a></div>
Maldita farola. Que poca fuerza. Necesito otro cigarrillo... ¡Vaya! Pues no pienso fumármelo si ha tocado ese apestoso suelo. Me quedan pocos... ¡Perra suerte! ¡Qué frío! No hay ni un alma. Lógico. Estarán durmiendo... Es lo que debería estar haciendo yo.<br />
<br />
¡Ah!<br />
<br />
Sólo eran unos faros. ¡Vaya asco de coche!<br />
<br />
No, no. ¡Maldita sea! ¡No te apagues! ¡No te apagues! Maldita farola ¡Maldita noche! Debería irme. Ya son más de las doce. Dónde estarás. Esta me la pagas. La próxima vez te va a esperar tu tía...<br />
<br />
¡Ah!<br />
<br />
- Perdona. ¿Te he asustado? ¿Llevas esperando mucho rato?<br />
- No, no... Que va. Casi acabo de llegar.Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-20879798895004834042015-01-15T05:54:00.001-08:002015-01-15T05:57:23.305-08:00La fórmula del éxito<h2>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwrQWIN6A1JXHPHGVvpgLWPrQfa_iGl2L7K_tp63Q00udLSdlH4LGQOtxYiCw4ArAz7UiwJqMzH3BRt_QJrTLPpaJ0OC1BupgEAWTW9N4uNlAFsw6vNdumayCQsCpLVr6yD376cNA34Bzy/s1600/9788498752786.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwrQWIN6A1JXHPHGVvpgLWPrQfa_iGl2L7K_tp63Q00udLSdlH4LGQOtxYiCw4ArAz7UiwJqMzH3BRt_QJrTLPpaJ0OC1BupgEAWTW9N4uNlAFsw6vNdumayCQsCpLVr6yD376cNA34Bzy/s1600/9788498752786.jpg" height="400" width="260" /></a>Chris Brogan y Julien Smith</h2>
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Las redes son el futuro, pero no la herramienta en sí: Facebook, instagram, twitter... Quien sabe lo que nos depara el futuro. Tiene fecha de caducidad, pero las ideas no. <b>Las buenas ideas permanecen</b>, pero no lo hacen solas. Eso a lo mejor sucedía al principio, pero ahora somos muchos, somos mejores, somos competitivos y cada vez tenemos más idea de qué va esto.</div>
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Nunca alcanzaremos a los nativos digitales, pero hasta que lleguen dónde estamos, todavía queda y hay que trabajar duro.</div>
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<b>Diferenciación, viralidad, comunidad, emoción, confianza... ¡Eco!</b></div>
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Descubre <b>CREATE</b>, descubre una nueva forma de difundir, compartir y... hacer negocio. Nueva; barata, incluso gratis; con posibilidades infinitas de alcance.</div>
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Este libro ha cambiado radicalmente mi vida 2.0. No te lo voy a contar porque hay cosas que es mejor descubrir por uno mismo.</div>
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Las reflexiones y las parábolas se rumian de forma muy personal y los conocimientos que he extrapolado de estas líneas probablemente no serán exactamente los mismos que otro lector, con sus experiencias, bagaje cultural y aprendizaje de la vida propios.</div>
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<b>Diseña tus buenas ideas para que lleguen lejos</b>. Aprende cómo tenerlas. Cómo moverte por el espacio de la información infinita sin perder el norte.<br />
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<b>Pierde el miedo</b>: miedo al ridículo, miedo a no ser aceptado, miedo al que dirán... Si no lo compartes nunca lo sabrás y te perderás el resultado. Ve a lo sencillo. Si no lo entiendo no lo difundo. Usa metáforas e imágenes y conseguirás hacerte entender con facilidad.</div>
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Sólo puedo reprocharle algo a los autores, demasiadas referencias nacionales que le restan un poco de universalidad al mensaje.</div>
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<b>Recuerda: la puerta del enemigo siempre está abajo.</b> ¡Es una cuestión de no perder la perspectiva!</div>
Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-88347161168626513412014-05-19T22:28:00.002-07:002014-05-19T22:28:35.018-07:00Amigos<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvch83atD0JwHk0DtZ2fItrlX1AGfpFYZBmv2CZA9Q4r51iNb8aB5bD8xYQI8b-sOr4Wvb-5fuLQPOQdccV9nHDo0M3e-lzEstQYK6V-WjpO0r7GuE8R6F007sx0L7_cGx5Bh5mcvgNB3O/s1600/dudas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvch83atD0JwHk0DtZ2fItrlX1AGfpFYZBmv2CZA9Q4r51iNb8aB5bD8xYQI8b-sOr4Wvb-5fuLQPOQdccV9nHDo0M3e-lzEstQYK6V-WjpO0r7GuE8R6F007sx0L7_cGx5Bh5mcvgNB3O/s1600/dudas.jpg" height="275" width="400" /></a></div>
En la segunda clase de relato corto me tocó leer algo de cosecha propia y esto es lo que presenté:<br />
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Amigos</h2>
“Todavía me cuesta creerlo. ¡Si es un santo!... O, al menos, lo era. Hace mucho que no sé nada de él. Desde la noche esa en la que nos pasamos con el alcohol y dije todas esas burradas sobre Bea. Me pase tres pueblos. ¡Pero es que esa chica era peor que un dolor de muelas! No entiendo cómo le enganchó. Es que era muy tonto. ¡Joder! Que no. Que es imposible.<br />
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No veo yo a Martín levantándole la mano ni a una mosca. Aunque a esa tía le venían bien un par de ostias... Pero de ahí al maltrato… ¿Tanto puede cambiar una persona? Me cuesta aceptar que el mismo tipo que me salvó de tantas sea un cabrón que pega a su mujer. No le conocía, no le conocía en absoluto. Y eso que hemos sido amigos desde…¡Buf! Ya no me acuerdo. ¡Desde el cole! Ya no me acuerdo del curso en el que vino de novato a clase y le tuve que defender de Javi y los estúpidos de sus amigos. Desde ahí siempre hemos ido a muerte. Siempre… Hasta que apareció Bea… Mira que era mala. Y me odiaba. ¡Vaya si me odiaba! Seguro que se alegró cuando me mandó a la mierda. Y mira como son las cosas. ¡Hasta me da pena ahora! Debe de haber pasado un infierno. Y con dos niños pequeños. Menos mal que tiene el apoyo de la ley y ahora pueden vivir tranquilos. ¡Que cabrón Martín! Cómo me pude equivocar tanto con él. Es que aún no me lo creo, por mucho que lo diga un juez. ¡Si de bueno era tonto! Pues yo no me quedo con las ganas. Porque yo no puedo callarme y menos con bestialidades como estas…<br />
<br />
Si que tarda en cogerlo. No me extraña. Después de lo que ha hecho…”<br />
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“¿Sí?”<br />
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“¡Martín! No puedo creerlo, no puedo creerlo.”<br />
<br />
“Yo no la toqué. Nunca la toqué.”<br />
<div>
<br /></div>
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A mis compañeros les gustó bastante. Aunque se quedaron con la idea de que, quien hablaba era una chica. Desde el principio había pensado en un chico cuando lo escribí. Supongo que fue debido a que lo leí yo.<br />
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Tampoco quedó muy clara la culpabilidad o inocencia del amigo. ¿Lo niega, aunque sea culpable? ¿Es inocente y la mujer le denunció para sacar ventaja en su divorcio? Me ha gustado dejar la duda abierta.<br />
<br />
Éste es un relato lleno de dudas...</div>
Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-84048768072954611982014-05-19T05:48:00.000-07:002014-05-19T05:48:06.871-07:00Las bases del relato corto<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisu-oagV6yk6ZxORgzj5lvnLqZsiWwDhRNNQM-PyZaf-qMW5tZzuy1wi3vQYx8d0wChKnzzBVfrTGytwBEgwIPfoZmBAs_-RNGYDMdaHS-FGpi_91enj6SW0plKyRSUMrDTH8g6po0ZdeV/s1600/Basesdelrelatobrevevblog.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisu-oagV6yk6ZxORgzj5lvnLqZsiWwDhRNNQM-PyZaf-qMW5tZzuy1wi3vQYx8d0wChKnzzBVfrTGytwBEgwIPfoZmBAs_-RNGYDMdaHS-FGpi_91enj6SW0plKyRSUMrDTH8g6po0ZdeV/s1600/Basesdelrelatobrevevblog.jpg" height="640" width="281" /></a>Aprovechando que me han admitido en un curso de escritura de relatos cortos en la biblioteca de mi barrio voy a plasmar todo lo que aprenda en este blog recién abierto. Así, además de compartirlo con todo el que esté interesado, yo misma lo tendré a mano si algún día quiero refrescar mi memoria.<br />
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La primera clase versó sobre las bases del relato corto. ¡Siempre hay que empezar por los cimientos!<br />
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En un relato corto es muy importante centrarnos en un sólo tema, usando un sólo protagonista, al que acompañen pocos personajes o en tan pocas líneas no nos dará tiempo a desarrollarlos. Preferentemente, situaremos la acción en un único escenario y en un corto espacio de tiempo.<br />
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La trama tiene que arrancar desde un conflicto, que hace que cambie el personaje de una u otra manera.<br />
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El narrador puede ser omnisciente, omnisciente parcial o equisciente (hace alguna aclaración, pero inmediatamente después la pone en duda).<br />
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El narrador puede ser el escritor o un personaje secundario (tercera persona), o el protagonista (primera persona). Es mejor no cambiar al narrador para no hacer líos al lector.<br />
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Siempre es mejor mostrar más que decir directamente. En vez de decir que el protagonista se ha enamorado, podemos indicar que al verla sintió una emoción muy fuerte. En vez de decir que es tímido, podemos indicar que en cuanto le dirigieron la palabra su rostro se tornó de un rojo intenso, etcétera, etcétera.<br />
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Para dar más emoción al relato podemos hacer que un objeto adquiera una importancia desmedida. por ejemplo, en unos de los relatos que leyeron los compañeros, la protagonista tenía una obsesión casi enfermiza por una foto enmarcada: la del día de su boda. Y toda la historia giraba sobre este objeto. Así descubríamos que su relación de pareja no era precisamente feliz.Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-20186459335791013672014-04-25T03:29:00.001-07:002015-01-15T05:56:33.269-08:00Detrás del cristal<h2>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEeDPd-cei2dAaGpXjgiKO9hEZeFwAY9IdjYpiHdVjFGh4SfgMVw1lHuDInyPsi_uxpJ0NKotqbEejFX6zcyeJ5Gw4VoHjt9tHTWHAXlx7DiB6FJ-ivHqLz11EY9k7IO3qZrqRbOQpHmt1/s1600/Detrasdelcristal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEeDPd-cei2dAaGpXjgiKO9hEZeFwAY9IdjYpiHdVjFGh4SfgMVw1lHuDInyPsi_uxpJ0NKotqbEejFX6zcyeJ5Gw4VoHjt9tHTWHAXlx7DiB6FJ-ivHqLz11EY9k7IO3qZrqRbOQpHmt1/s1600/Detrasdelcristal.jpg" height="387" width="400" /></a></div>
Mayte Esteban</h2>
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Ana hace una locura obligada por circunstancias desesperadas y empieza la trama. A la par que leemos, nos topamos por el camino con un batiburrillo de sentimientos que se encuentran y estallan en una historia conmovedora. Un comienzo desesperado que abre un ventana para algunos personajes. Otros, simplemente, no quieren encontrar la salida.<br />
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Decisiones equivocadas, cimientos que se tambalean, imágenes engañosas que deslumbran y se quedan en nada. Y en medio de todo: la inocencia. Un bebé que representa que la vida merece la pena vivirse, le pese a quien le pese.<br />
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Podemos aprender mucho de la protagonista: nunca darse por vencida; buscar la oportunidad sin sentarse a esperarla, ver la luz en medio de la oscuridad... O como, tan bien lo resume la autora: "Está permitido equivocarse. Lo cobarde es no intentarlo".<br />
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De unos personajes muy bien definidos, destaca Raquel. Su historia nos marca mucho más que la de la protagonista. Quizá por su matiz trágico. O porque vive inmersa en una realidad demasiado real, desgraciadamente. O, tal vez, porque Ana, la verdadera estrella de la narración, inicia el argumento con un acto impropio de su forma de ser que no acaba de ser creíble, pero, sin el que no habría novela. Una acción necesaria, aunque poco realista que nos conduce a una trama que engancha hasta el final. Las segundas oportunidades existen si sabemos aprovechar el momento.Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8002969131602374196.post-43026046806990342032014-04-23T04:09:00.000-07:002015-01-15T05:56:45.691-08:00Amor a la lectura desde que nacemos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicx8tlDx8JP6GcaBhxazmou-rGjhezuPAEXxbKkDxVeihxS0iIfjF8ZTv0ojsqVnEWWfZBmujA-4oRo77lb772jy4x-UYPYTrjXYX0DGS1AeX6CL-lpYyeWkbjRpwGsZiLiWEBTCfqc0cC/s1600/Dia+del+libro.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicx8tlDx8JP6GcaBhxazmou-rGjhezuPAEXxbKkDxVeihxS0iIfjF8ZTv0ojsqVnEWWfZBmujA-4oRo77lb772jy4x-UYPYTrjXYX0DGS1AeX6CL-lpYyeWkbjRpwGsZiLiWEBTCfqc0cC/s1600/Dia+del+libro.jpg" height="387" width="400" /></a></div>
El día del libro es un día excelente para empezar un blog en el que ellos van a ser los protagonistas.<br />
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Las letras me apasionan, tanto si salen de mis dedos o si me entran por los ojos. Adoro leer y escribir. Me encantaría transmitir esta pasión a mis hijos. Aquí dejo unos cuantos tips para que la pasión por la lectura crezca en los niños desde que nacen.Dácil Muñozhttp://www.blogger.com/profile/09630078633681400641noreply@blogger.com0